miércoles, 10 de junio de 2015

LA GLOBALIZACION

La globalización o mundialización es un proceso económico, tecnológico, social y cultural a escala planetaria que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo uniendo sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global. La globalización es a menudo identificada como un proceso dinámico producido principalmente por las sociedades que viven bajo el capitalismo democrático o la democracia liberal, y que han abierto sus puertas a la revolución informática, llegando a un nivel considerable de liberalización y democratizaciónen su cultura política, en su ordenamiento jurídico y económico nacional, y en sus relaciones internacionales.
Este proceso originado en la Civilización occidental y que se ha expandido alrededor del mundo en las últimas décadas de la Edad Contemporánea (segunda mitad del siglo XX) recibe su mayor impulso con la caída del comunismo y el fin de la Guerra Fría, y continúa en el siglo XXI. Se caracteriza en la economía por la integración de las economías locales a una economía de mercado mundial donde los modos de producción y los movimientos de capital se configuran a escala planetaria («nueva economía») cobrando mayor importancia el rol de las empresas multinacionales y la libre circulación de capitales junto con la implantación definitiva de la sociedad de consumo. El ordenamiento jurídico también siente los efectos de la globalización y se ve en la necesidad de uniformizar y simplificar procedimientos y regulaciones nacionales e internacionales con el fin de mejorar las condiciones decompetitividad y seguridad jurídica, además de universalizar el reconocimiento de los derechos fundamentales de ciudadanía. En la cultura se caracteriza por un proceso que interrelaciona las sociedades y culturas locales en una cultura global (aldea global), al respecto existe divergencia de criterios sobre si se trata de un fenómeno deasimilación occidental o de fusión multicultural. En lo tecnológico la globalización depende de los avances en laconectividad humana (transporte y telecomunicaciones) facilitando la libre circulación de personas y la masificación de las TICs y el Internet. En el plano ideológico los credos y valores colectivistas y tradicionalistas causan desinterés generalizado y van perdiendo terreno ante el individualismo y el cosmopolitismo de la sociedad abierta. Los medios de comunicación clásicos, en especial la prensa escrita, pierden su influencia social (cuarto poder) frente a la producción colaborativa de información de la Web 2.0 (quinto poder).
Mientras tanto en la política los gobiernos van perdiendo atribuciones en algunos ámbitos que son tomados por lasociedad civil en un fenómeno que se ha denominado sociedad red, el activismo cada vez más gira en torno amovimientos sociales y las redes sociales mientras los partidos políticos pierden su popularidad de antaño, se ha extendido la transición a la democracia contra los regímenes despóticos, y en políticas públicas destacan los esfuerzos para la transición al capitalismo en algunas de las antiguas economías dirigidas y la transición del feudalismo al capitalismo en economías subdesarrolladas de algunos países aunque con distintos grados de éxito. Geopolíticamente el mundo se debate entre la unipolaridad de la superpotencia estadounidense y el surgimiento de nuevas potencias regionales, y en relaciones internacionales el multilateralismo y el poder blando se vuelven los mecanismos más aceptados por la comunidad internacional. La sociedad civil también toma protagonismo en el debate internacional a través de ONGs internacionales de derechos humanos que monitorean la actividad interna o externa de los Estados. En el ámbito militar surgen conflictos entre organizaciones armadas no-estatales (y transnacionales en muchos casos) y los ejércitos estatales (guerra contra el terrorismo, guerra contra el narcotráfico, etc), mientras las potencias que realizan intervenciones militares a otros países (usualmente a los considerados como Estado fallido) procuran ganarse a la opinión pública interna y mundial al formar coaliciones multinacionales y alegando el combate a alguna amenaza de seguridad no sin amplios debates sobre la legitimidad de los conceptos de guerra preventiva e intervención humanitaria frente al principio de no intervención y deoposición a las guerras.

La valoración positiva o negativa de este fenómeno, o la inclusión de definiciones alternas o características adicionales para resaltar la inclusión de algún juicio de valor, pueden variar según la ideología del interlocutor. Esto porque el fenómeno globalizador ha despertado gran entusiasmo en algunos sectores, mientras en otros ha despertado un profundo rechazo (antiglobalización), habiendo también posturas eclécticas y moderadas.
      

La globalización ventajas y desventajas, argumentos a favor y en contra.

La globalización es maximizar la apertura de la economía, tecnología, mercados, servicios, capital sin fronteras ni límite, es también la dependencia socio-cultural de otro país, contribuyendo a la igualdad y oportunidades para mejorar.

Ventajas y Desventajas de la Globalización

Ventajas:
* Apertura de mercados, como en la Unión Europea.

* Uso extenso de medios de comunicación, especialmente Internet.

* Crecimiento y fusiones entre empresas.
* Privatización de empresas públicas.
* La desregularización financiera internacional.
* Aparición de una economía y mercado globales.
* Acceso universal a la cultura y la ciencia.
* Mayor desarrollo científico-técnico.

Desventajas:

* Aumento excesivo del consumismo

* Posible desaparición de la diversidad biológica y cultural.

* Desaparición del Estado de bienestar.
* Se pone más énfasis en la economía financiera que a la economía real.
* Su rechazo por grupos extremistas conduce al terrorismo.
* Pensamiento único, que rechaza doctrinas sociales y políticas distintas de las “globalizadas”.
* Mayores desequilibrios económicos y concentración de la riqueza: los ricos son cada vez más ricos, los pobres son cada vez más pobres.
* Mayor flexibilidad laboral, que se traduce en un empeoramiento de las condiciones de los trabajadores.
* Daños al medio ambiente, al poderse mover sustancias o procesos dañinos a otros países, donde pueden no conocer realmente sus riesgos.

Argumentos a favor de la globalización

Los beneficios de la globalización casi siempre superan a los perjuicios, pero hay perjuicios y para contrarrestarlos, se necesitan instituciones adecuadas. Cuando las empresas de capital extranjero causan contaminación en los países en desarrollo, la solución no es impedir la inversión extranjera o cerrar esas empresas, sino diseñar soluciones puntuales y sobre todo organizar la sociedad, con ministerios, normas medioambientales y un aparato judicial eficaz que las imponga.

Los liberales y otros proponentes de la globalización dicen que altos niveles de libertades políticas y económicas, en la forma de democracia y capitalismo, han sido fines valorables en sí mismos en el mundo desarrollado y han producido altos niveles de riqueza material. Ellos ven en la globalización un proceso benéfico de extensión de la libertad y el capitalismo.

Aquellos que apoyan el libre comercio proclaman que el aumento tanto de la prosperidad económica como de oportunidades, especialmente en los países en desarrollo, incrementará las libertades civiles. Las teorías económicas de la ventaja comparativa sugieren que el mercado libre produce un acelerado y efectivo manejo de los recursos.

Hay también los llamados “globalistas” o “mundialistas”, que proponen una “globalización democrática”. Ellos creen que la primera etapa de la globalización, orientada al mercado o a asuntos económicos, debe ser seguida por una etapa de creación de instituciones políticas globales que representen las visiones o aspiraciones del “ciudadano mundial.” Su diferencia con otros “globalistas” es que ellos no definen por adelantado una ideología para orientar esta voluntad, dejándola a la voluntad de los ciudadanos a través de un proceso democrático.

El porcentaje de personas que viven con menos de dos dólares de ingreso al día ha caído mucho en áreas afectadas por la globalización, mientras que las tasas de pobreza han permanecido estables en otras áreas. En Asia del Este, incluyendo China, ese porcentaje ha decaído en un 50.1%, comparado con un incremento del 2.2% en África subsahariana.

Argumentos en contra de la globalización

La apertura generalizada de los mercados de bienes y capitales sugiere el fin de los bloques comerciales, tratados regionales e independencia económica de los países.

La creciente privatización de los sectores económicos, junto al auge de la empresa multinacional provoca el decaimiento de empresas y estado nacionales.

El intercambio cultural amenaza la pérdida de la integridad de las culturas o identidades nacionales de los países participantes, aunque algunos lo ven como una oportunidad de diversificar y enriquecer las costumbres.

Existe el conflicto entre las concepciones de la cultura como “civilización” o ‘alta cultura’ versus la extensión de la “cultura del hombre común” o cultura popular.

Posible sobrevaloración de lo material por sobre lo social o moral versus la satisfacción de necesidades materiales mínimas de amplios sectores.

Auge del consumismo.

Posible decaimiento del nacionalismo y surgimiento del internacionalismo.

La generalización de la democracia y el estado de derecho como formas de gobierno predominantes a nivel mundial versus el resurgimiento de áreas y periodos de profunda inestabilidad política debido, por un lado, a la pérdida de poder por parte de los gobiernos (produciendo los llamados estados fallados) y, por el otro, al rechazo a lo que se ve como concepciones occidentales de hacer política.

Los defensores de la globalización

Para los defensores de la globalización ésta consiste en la profundización de la interdependencia económica, cultural y política de todos los países del mundo. Entre los principales argumentos a favor de este enfoque se destacan, por ejemplo, el incremento inusitado del comercio mundial de bienes y servicios, así como del flujo de capitales, gracias, entre otros factores, al avance de los medios de transporte, así como al uso de las nuevas tecnologías de información y comunicación,1 las cuales han hecho posible una mayor integración de los países, mediante el uso de recursos apoyados en las tecnologías satelitales y, especialmente, de la Internet, la red de redes mundial. Es tal la importancia de estos cambios tecnológicos que algunos autores consideran que han provocado el surgimiento de una especie de "nuevo continente sin tierra", en el cual las fronteras convencionales prácticamente desaparecen, dando lugar a la aparición de una "nueva economía" (OHMAE, 2000). A este proceso contribuye, supuestamente, la reducción de aranceles y de trabas a la circulación del capital entre los países.

Para los defensores de la globalización ésta se presenta como un fenómeno históricamente irreversible, al cual deben sumarse todos los países, si no quieren perder el tren del desarrollo.2 En este mismo sentido se expresa Reich, para quien en el futuro "no existirán productos ni tecnologías nacionales, ni siquiera industrias nacionales. Ya no habrá economías nacionales, al menos tal como concebimos hoy la idea" y lo único que le queda a los países, como bien fundamental, es su población con sus capacidades y destrezas. Por eso "la principal misión política de una nación consistirá en manejarse con las fuerzas centrífugas de la economía mundial que romperán las ataduras que mantienen unidos a los ciudadanos – concediendo cada vez más prosperidad a los más capacitados y diestros, mientras los menos competentes quedarán relegados a un más bajo nivel de vida"(REICH, 1993: 13).

A pesar de sus críticas a las imperfecciones del mercado, Soros considera que "el sistema capitalista puede compararse con un imperio cuya cobertura es más global que la de cualquier imperio anterior. Gobierna toda una civilización y, como en otros imperios, quienes están por fuera de sus murallas son considerados bárbaros. No es un imperio territorial porque carece de soberanía y del boato de la soberanía; de hecho, la soberanía de los estados que pertenecen a él es la principal limitación de su poder y su influencia". Según el autor, este imperio es casi invisible, pues carece de una estructura formal, y la mayoría de sus súbditos supuestamente "no saben que están sometidos a él", aunque su poder hace que quienes le pertenecen no puedan fácilmente abandonarlo(SOROS, 1999:135).
Otros interpretan el proceso actual del desarrollo planetario como una especie de "mundialización", que en el fondo coincide con el enfoque globalizante. Así, por ejemplo, para Nayyar la mundialización "puede entenderse simplemente como la organización y la expansión de las actividades económicas a través de las fronteras nacionales...... como un proceso relacionado con una creciente apertura económica, una creciente interdependencia económica y una mayor integración económica de la economía mundial"(NAYYAR, 2000:7).
Desde el punto de vista de la cultura, uno de los defensores de la globalización en Latinoamérica es el escritor peruano Mario Vargas Llosa, quien considera que lejos de destruir las culturas nacionales, la globalización genera oportunidades para su desarrollo e internacionalización. Para el autor, "...una de las grandes ventajas de la globalización, es que ella extiende de manera radical las posibilidades de que cada ciudadano de este planeta interconectado -la patria de todos- construya su propia identidad cultural, de acuerdo a sus preferencias y motivaciones íntimas y mediante acciones voluntariamente decididas. Pues, ahora, ya no está obligado, como en el pasado y todavía en muchos lugares en el presente, a acatar la identidad que, recluyéndolo en un campo de concentración del que es imposible escapar, le imponen la lengua, la nación, la iglesia, las costumbres, etcétera, del medio en que nació. En este sentido, la globalización debe ser bienvenida porque amplía de manera notable el horizonte de la libertad individual".3En síntesis, la globalización se presenta como el proceso en el cual se da una integración y complementariedad de los aspectos financiero, comercial, productivo y tecnológico, nunca antes visto. Esto produce la sensación de que "la economía mundial ya no es una sumatoria de economías nacionales, sino una gran red de relaciones con una dinámica autónoma"(WOLOVICK, 1993).
Las estadísticas aparentemente también corroboran la validez del argumento en favor de la globalización. De acuerdo con la OMC, entre 1948 y 1998 el comercio mundial de mercancías se multiplicó por 18 veces, a un promedio del 6% anual, especialmente las exportaciones de manufacturas que aumentaron en 43 veces. La producción mundial de las mismas se multiplicó por 8 veces, a un promedio anual del 4,2%. La parte del PIB mundial destinada al comercio de mercancías se elevó del 7% al 17,4%. En 1998 el volumen del comercio mundial total ascendió a 6,6 billones de dólares, de los cuales 5,3 billones(80%) correspondían a mercancías y 1,3 billones (20%) a servicios comerciales.4Las exportaciones por habitante se incrementaron de 123 dólares a 951, es decir en 7,7 veces, a un promedio anual del 4,2%5. Durante el período analizado el PIB mundial pasó de cerca de 4 billones a 27,6 billones de dólares, con un aumento promedio anual del 4%, mientras que el PIB por habitante pasó de 1.591 a 4.623 dólares, con un crecimiento promedio anual del 2,2%, mostrando un franco deterioro, especialmente durante el período 1990-1998, cuando decreció en promedio el 1,4%, al tiempo que el PIB creció en promedio el 2,6%. Mientras tanto, la población mundial pasó de 2.473 millones de personas en 1948 a 5.973 millones en 1998, con un crecimiento promedio anual del 1,8%, muy por debajo del crecimiento del producto mundial(OMC, 1999).
Igualmente impresionante ha sido el incremento de los flujos de inversión extranjera directa (IED). De acuerdo con la OMC, entre 1973 y 1998 estos se multiplicaron por 27, a un promedio anual del 14%. Solo en 1998 el volumen de estos flujos alcanzó la suma de 645 mil millones de dólares, contra 24 mil en 1973 y 60 mil en 1985. El monto total acumulado de IED en el mundo alcanzaba en 1998 la cifra de 4,1 billones de dólares. La proporción de IED con respecto al PNB a escala mundial más que se duplicó durante 1980-1997, al pasar de 5,0% al 11,7%. En los países en desarrollo este factor se multiplicó por 3, al pasar del 5,9% al 16,6% durante el mismo período, mientras que en los menos adelantados aumentó del 2,2% al 5,7%(OMC, 1999).
Como podemos observar, tanto el incremento de la actividad económica mundial, como los cambios cualitativos en las principales fuerzas productivas, han sido significativos, especialmente a partir de la década del setenta en el siglo XX. Este ha sido el principal argumento para justificar el enfoque globalizador de la actual fase del desarrollo planetario. No obstante, los indicadores económicos no favorecen por igual a todos los países dentro de la división internacional del trabajo, ni tampoco el comercio mundial es el motor del desarrollo de los países más avanzados, como podría esperarse.
¿Estamos en contra de la Globalización?
  • Rafael silva .- Rebelion 


"La lucha contra la globalización no es exclusiva de un pensamiento, o de una bandera política, o de un territorio geográfico, es una cuestión de supervivencia de la raza humana. O la Humanidad, o el neoliberalismo". (Subcomandante Marcos)
Desde el poder político y mediático dominante, esencialmente capitalista, se nos quiere vender un concepto determinista del mal llamado fenómeno de la "globalización". Bajo este pacífico nombre, se nos intenta vender una idea neutra de dicho fenómeno, una idea inocente, pero bajo la cual esconden en realidad los intereses de la sociedad capitalista que los dirigentes de dicho "mundo globalizado" intentan perpetuar. ¿A qué se refieren cuando hablan, pues, de la globalización? ¿Se refieren quizá a la globalización de la democracia, de la paz, de los Derechos Humanos, del trabajo, de la salud, de la alimentación, de la vivienda, de la educación? ¿Se refieren tal vez a la globalización en cuanto al ciudado del planeta, en cuanto al uso de energías limpias y renovables, control y reducción de las emisiones de CO2, y acción sobre el cambio climático? Pues no. Se refieren más bien a la globalización del capitalismo, del crecimiento desmedido y caótico, del despotismo empresarial, del poder y extensión del capital transnacional, de la destrucción del planeta, del agotamiento de los recursos naturales, del desprecio a los derechos fundamentales, y de la guerra como instrumento de consecución de dichos fines. En una palabra, se refieren a la globalización de la barbarie.

Y para este fin y bajo este punto de vista, las grandes organizaciones y organismos internacionales, tales como el Banco Mundial (BM), la Organización Mundial del Comercio (OMC), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Troika Europea, y los Gxx (G8, G20, etc.), junto a diversos Foros Mundiales exclusivos, tales como el Foro Económico de Davos, el Club Bildelberg o la Trilateral, imponen al resto del mundo sus criterios, sus dogmas y sus puntos de vista sobre el proceso de la globalización, su modo de ver y entender dicho fenómeno, las pautas para llegar a ese mundo globalizado que a ellos les interesa. Pero, ¿no parece de entrada una globalización poco globalizada? Mientras, el mundo emergente (BRICS, América Latina y Caribe, fundamentalmente) intenta contrarrestar dichos foros, dichos criterios y dichas estrategias, mediante organizaciones alternativas como MERCOSUR, CELAC o ALBA.

Curiosamente, el llamado "Movimiento Antiglobalización" es en realidad el que lucha por una verdadera globalizacion. Sus partidarios preferimos el término "Altermundismo", o "Alterglobalización", para evitar definirnos por oposición y porque el término "antiglobalización" daría una imagen negativa e imprecisa. El concepto de Altermundismo viene precisamente del lema "Otro mundo es posible", nacido en el Foro Social Mundial, que reúne a multitud de movimientos sociales de la izquierda política internacional. Se trata de una red de diversos movimientos y activistas, que se coordinan y organizan de forma más o menos horizontal y descentralizada, además de usar Internet y las Nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) intensivamente para coordinarse y difundir sus ideas y noticias. La falta de centralización y de jerarquía da lugar a que no existan portavoces ni manifiestos finales, si bien los diversos colectivos que forman el movimiento altermundista pueden tenerlos. El altermundismo está conformado por muchos grupos e individualidades de muy diversos orígenes y objetivos, de naturaleza heterogénea. Esto dificulta la definición del movimiento mismo en cuanto a término y significado, aunque evidentemente, existe coincidencia en los grandes objetivos comunes. Las contracumbres alternativas y encuentros en el Foro Social Mundial son, fundamentalmente, las ocasiones en donde el movimiento antiglobalización obtiene un mayor impacto mediático, y una gran visibilidad internacional.

La supuesta globalización actual, la patrocinada por las élites, no es una verdadera globalización, porque el poder se concentra en unos pocos actores, en unos pocos países, en unas pocas personas dirigentes o representantes de dichos países, para imponer sus criterios (capitalistas y neoliberales) en todo el mundo. En realidad, no es más que una versión moderna y edulcorada del clásico imperialismo y colonialismo, tantas veces protagonista de la Historia de la Humanidad. Por tanto, esta Globalización no nos interesa. Nos interesa la verdadera y auténtica Globalización. Ésa que es casi sinónima de la Democracia mundial. En realidad, las élites que construyen, diseñan y difunden su globalización, que nos imponen a los demás su modelo de globalización, son las que la están desvirtuando. Prostituyen de esta forma la sublime idea de la globalización, por una idea de imposición de sus intereses capitalistas. Los verdaderos enemigos de la globalización, por otro lado inevitable en un mundo cada vez más comunicado, donde las personas y las ideas pueden viajar rápidamente, son los que impiden que la democracia avance, los que se empeñan en mantener Instituciones internacionales públicas y privadas claramente antidemocráticas.

Y de esta forma, las típicas protestas contra las Cumbres del G8 no más que, en el fondo, la protesta de muchos ciudadanos, de muchos países del mundo, contra dichas élites. Son una expresión de lo que podría ser el germen de la Revolución Democrática Mundial. Representan la reivindicación de la democracia a nivel mundial. Pero claro, los grandes medios de comunicación capitalistas (porque un medio que está en manos de unas pocas personas que tienen todo su capital no puede denominarse de otra manera, y asímismo, un medio público que depende de un poder político, financiado por capitalistas, no puede denominarse tampoco de otra manera), impiden el suficiente y justo eco mediático que merecen, y cuando lo hacen,nos muestran dichas protestas como simplemente anticapitalistas o antisistema. Y como ya sabemos, la lucha anticapitalista equivale a la lucha democrática. El capitalismo se sustenta en las falsas democracias, en la dictadura económica. Desde la izquierda queremos la globalización, perseguimos la globalización, de hecho nuestra lucha es tradicionalmente internacionalista, pero no para conseguir los objetivos que dichas organizaciones, políticos, medios y colectivos pretenden. La verdadera globalización apuesta por las personas, por los Derechos Humanos, por la paz, por la solidaridad, por la cooperación, por el predominio de lo público, en suma, estamos por la Globalización del Socialismo.

En definitiva, los principales organismos públicos internacionales son muy poco democráticos. Las decisiones tomadas a nivel internacional, con cada vez más peso en una sociedad cada vez más globalizada como la actual, son tomadas de forma poco democrática. No sólo la economía depende de unos pocos, sino que además, esos pocos están cada vez más lejos del ciudadano corriente. Muchas decisiones que afectan a los ciudadanos de los distintos países son tomadas lejos de éstos, sin ni siquiera conocer la problemática real de dicha ciudadanía. La globalización económica, tal y como se está llevando a cabo, está contribuyendo a disminuir la soberanía popular de los ciudadanos del mundo, en aras a la concesión de poderes supranacionales a entidades y organismos (muchos de ellos de carácter privado) que nadie elige democráticamente. Actualmente, incluso se disminuye o deja en auténtico papel mojado la soberanía nacional de muchos países, y cuando hablamos de soberanía, no nos referimos sólo a la capacidad de decidir, sino a la sobernanía como capacidad propia de generar bienes, sistemas, productos y servicios. Hablamos de soberanía monetaria, económica, política, alimentaria, energética. No estamos por tanto en contra de la Globalización, como idea abstracta donde debe tender la Humanidad. Estamos en contra de "su" globalización, de la globalización que este sistema capitalista perverso, cruel e inhumano quiere imponernos, y estamos a favor de la globalización de la democracia, del socialismo y del desarrollo de todos los principios que fundamentan la paz y los Derechos Humanos. Justamente la globalización de todo ello es lo que nos interesa.

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